Mediante la sentencia recaída en el Expediente Nº
01428-2012, el Tribunal Constitucional (TC) declaró infundada la demanda
interpuesta por un ex trabajador que alegaba haber sido despedido
fraudulentamente al habérsele imputado la falta grave tipificada en el literal
f) del artículo 25º de la Ley de Productividad y Competitividad Laboral.
En este caso, dicho trabajador interpuso con persistencia diversas denuncias penales en contra de su empleador, incluso pese a que estas habían sido anteriormente desestimadas por la autoridad competente.
Al respecto, el TC señaló que “la buena fe laboral impone al trabajador que en ejercicio de su derecho a la libertad de expresión no formule denuncias calumniosas e injuriosas, ni faltamiento de palabra verbal o escrita en contra del empleador o de los trabajadores, pues en estos supuestos estamos ante un ejercicio abusivo e irregular del derecho a la libertad de expresión que merece ser sancionado en el ámbito laboral”.
En este caso, dicho trabajador interpuso con persistencia diversas denuncias penales en contra de su empleador, incluso pese a que estas habían sido anteriormente desestimadas por la autoridad competente.
Al respecto, el TC señaló que “la buena fe laboral impone al trabajador que en ejercicio de su derecho a la libertad de expresión no formule denuncias calumniosas e injuriosas, ni faltamiento de palabra verbal o escrita en contra del empleador o de los trabajadores, pues en estos supuestos estamos ante un ejercicio abusivo e irregular del derecho a la libertad de expresión que merece ser sancionado en el ámbito laboral”.
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